martes, 29 de noviembre de 2011

Los templos


Templo de los Dioscuros

Se encuentra dentro del Foro Romano. Fue construido en honor a Cástor y Pólux en el siglo V a.C. y fue restaurado por Tiberio. En la mitología griega, Castor y Pólux eran dos hermanos gemelos, hijos de Zeus y Leda, por lo que uno era inmortal, Pólux y el otro mortal, Cástor. Según la leyenda, Castor y Pólux aparecieron durante la batalla de romanos y latinos para ayudar a los romanos a vencer.


Templo de la concordia
Se encontraba en el extremo occidental del Foro Romano. Se cree que su origen se remonta al siglo VI a.C. Fue destruido y restaurado varias veces a lo largo de su historia. Su última restauración fue entre los años 7 y 10 a. C. bajo el emperador Tiberio.

Su historia se remonta a las luchas civiles de principios de la República. Para celebrar la pacificación entre patricios y plebeyos en el año 367 a. C., el Senado ordenó la construcción del templo en honor de la Concordia. La reconstrucción ordenada por Tiberio es la que se conserva y tiene la curiosidad de tener una cella más ancha que larga, sobre un podio con escalinata de acceso central precedida por un pronaos de seis columnas corintias.



Templo de Vespasiano
El edificio fue erigido por Domiciano en honor a su padre Vespasiano y su hermano Tito. Su construcción se inició en el año 79 y terminó aproximadamente en el 87. Está situado entre los templos de Saturno y la Concordia. Debido a la falta de espacio se expande más a lo ancho que a lo largo; además, la escalinata se encuentra encerrada entre las seis columnas del pronaos, de orden corintio, tres de las cuales han perdurado hasta la actualidad.



Templo de César
Este templo se lo dedicó Augusto a Julio César en el 29 a.C. y se construyó en el mismo lugar donde fue quemado tras su muerte. La parte frontal de su podium es distinta de las de los demás templos, ya que hubo que acomodar el altar donde reposaba César, y una estatua que lo representaba con una estrella encima de la cabeza, por ello tiene dos escalinatas laterales.


Templo de Vesta
Está situado al sur de la Vía Sacra y es uno de los más antiguos de la ciudad. En este templo se custodiaba siempre encendido el fuego sagrado en honor de Vesta, diosa del Fuego y del Hogar. El edificio fue sometido a varias reconstrucciones y los restos conservados corresponden a la época de Septimio Severo en el año 191 d.C. El templo se eleva sobre un podio de unos 15 metros de diámetro, la cella está rodeada por veinte columnas corintias. El techo era cónico y tenía una abertura para permitir la salida del humo. Dentro de la cella se encontraba el fuego sagrado. 


Templo de Antonino y Faustina
Es uno de los edificios mejor conservados del Foro Romano. Se abre a la Vía Sacra y está compuesto por una cella, un pronaos de seis columnas de orden Corintio en el frente y otras dos en cada lateral. Este templo es de un gran interés por su conservación, su simplicidad, la severidad y la pureza de su estilo, de manera que es uno de los tipos más bellos de arquitectura corintia.
Su construcción fue ordenada por Antonino Pío a la muerte de su esposa Faustina en 141 d. C. Pocos años después, en el 161, muere el emperador y el Senado, al divinizarlo, consagra el templo a la pareja imperial. En el siglo XI se transformó en la iglesia de San Lorenzo.

Templo de Venus y Roma
Se sitúa en el extremo oriental del Foro Romano, cerca del Coliseo; era uno de los templos más grandes y estaba dedicado a las deidades Venus y Roma. Se empezó en tiempos de Adriano y fue terminado por Antonino Pío. A lo largo de la historia ha sufrido varios incendios y reconstrucciones. 

Adriano lo construyó sobre los restos de la Domus Aurea de Nerón y fue necesario mover la estatua gigante de Nerón, que fue situada al lado del Anfiteatro Flavio, también llamado Coliseo, que recibe su nombre de esa estatua.

Era de grandes proporciones y estaba compuesto por dos celas principales que contenían a cada una de las dos diosas. A la entrada de cada cela se situaban cuatro columnas. Adriano introdujo unas inscripciones nombrando a las respectivas deidades, en la que destaca la palabra amor, ya que Venus era la diosa del amor y amor es Roma escrito al revés produciendo un efecto simétrico.

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